Artistas

Niñas bonitas y explotación: colores cubren el espanto

Written by Cristina Civale

La galeria Magda Danysz de París, ubicada en los bordes del La Bastille, es -para entendernos- una mezcla entre Ruth Benzacar y Elsi del Río, pero tiene proyecciones internacionales más poderosas y una sucursal con mucho ritmo en Shangai.

De la serie Little dolls

Desde el 27 de octubre, está presentando la muestra en solitario del joven fotógrafo francés Alain Delorme (París, 1979) en su espacio de Shangai, una exhibición que es una mezcla shockeante de sus series Little dolls y Totems.
La primera fue inspirada por la presión que se ejerce sobre las niñas para que parezcan adultas y sexys en el mundo de la publicidad y en el famoso concurso iniciado en Estados Unidos pero extendido en varias partes del mundo con nombres similares, Miss Beauty Children, donde nenitas de menos de 10 años aparecen disfrazadas de femmes fatales, vendiendo cualquier tipo de producto, con el resultado de una imagen extremadamente perturbadora. (Atención a la mano que sostiene en cada obra a cada nena, quizá forzándola a reírse o a quedarse quieta).

De la serie Totems

Una porquería narrada en una serie de bellas fotografías que se mezclan con la producción reciente de Delorme, producto de una residencia realizada en la propia Shangai. Totems de la vida cotidiana del trabajo duro de hombres, mujeres y niñxs en la fatiga diaria de ganarse la vida.

Otra de la serie Little dolls

La paleta de colores forazada por Delorme encandila y por un segundo obnubila sobre los objetos críticos que ha decidido retratar.


El artista no hace más que retratar en los extremos del mundo, el trabajo forzado al que se ven sometidxs, desde aspectos aparentemente más glamorosos hasta situaciones de explotación evidente, habitantes de esta tierra de distintos grupos etarios y segmentos sociales, donde por una cosa u otra el sometimiento tiene lugar, ha sucedido.

A pesar de los colores rutilantes y de la estética publicitaria no hace más que enmascarar el trabajo esclavo de buena parte de la población. Y uno podría preguntarse llevado por la lujuria de los colores: ¿hay algún trabajo hoy que no linde con la esclavitud, donde el amo se disfraza de amigo proveedor y succiona la sangre de niñxs y viejxs? Probablemente sea una conclusión exagerada, o quizá no.
Fotografías gentileza Magda Danysz Gallery.

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Cristina Civale

1 Comment

  • algo así como un activismo colorinche, un accionismo diseñado… esas contradicciones que lo que generan cuando están bien realizadas -es decir, bien fundamentadas y concluídas- es un extrañamiento que detiene la alienación, incluso de los espectadores de arte…