Nos llega este comunicado del Museo del Mar de Mar del Plata:
«El domingo 31 de Agosto de 2014, Marta Minujín llevará su creación Lobo Marino de Alfajores a una segunda etapa: desmitificando el conocido Lobo Marino de Mar del Plata, ícono de la ciudad balnearia argentina, con su desarme y posterior entrega de los 40.000 alfajores Havanna que lo recubren.
El público accederá al predio y recibirá los envoltorios que recubrían al Lobo para luego canjearlos por verdaderos. ¿Cómo se canjea el alfajor? Al desarmar el Lobo Marino, los participantes se llevan los alfajores ficticios que podrán cambiar en cualquier local Havanna del país y del exterior. De esta manera la obra de arte y todo este proceso creativo se produce al canjear y entregar los alfajores. De esta manera, quien participa se apropia de la obra al comerla.
Semanas más tarde el Lobo Marino va a volver a ser recubierto, esta vez con alfajores de aluminio, eternizándose para siempre a pedido de las multitudes que en el verano 2013/2014 hicieron propio este Monumento-Mito, convirtiéndolo en otro objeto de culto. Así lo
Efímero pasó a ser Eterno.
Al modificar la condición física de la textura, descomponiéndola, desarmándola y volviéndola a armar, Marta Minujin recrea lo Imperecedero y lo mítico
En el proceso de transformación de esta obra de arte, se vuelve a contar con la participación activa del público, que para la artista constituye una parte necesaria de su labor. La participación masiva, receptora de elementos reales que satisfacen sus expectativas con alfajores.
¿Es esta una gratificación sólo gastronómica? No. Se encuentra encuadrada en un contexto más amplio de un proceso donde la satisfacción de los apetitos tiene el mismo sentido que la alusión a los símbolos de la práctica cotidiana del ser humano».
¿Les parece?
No. Definitivamente no. Me da la impresión que la gacetilla de prensa es más grandilocuente que la obra. Y últimamente la creación de Minujiin me resulta más pretenciosa que estimulante. No sacia mi apetito.
GENIAAAAAAA!!!