Quimera es una librería de esas que los amantes del arte querrían tomar por asalto. Tiene un stock de obras ilustradas de artistas contemporáneos, ensayos de los más actuales críticos y filósofos que debaten sobre el arte de hoy, catálogos de muestras que nunca vimos, revistas de todo el mundo, colecciones audaces de Asunto Impreso, la editorial que tiene los libros más divertidos y originales de arte argentino contemporáneo, con un ojo que también apunta a este mundo global.
Dejan que uno mire sin comprar, que espíe con respeto los libros. Es un espacio para informarse, es una buena noticia que queda en Palermo, en Humboldt 1981.
Quimera es también un deli con precios razonables de menú cada mediodía. Un buen lugar de encuentro para comer rico y que un billete de cien venga con vuelto.
Y también quimera es una galería de arte. En este momento está exponiendo la pintora Fátima Pecci, su obra audaz sobre el cuerpo disfrazado de mujer. Desde obras de mediano tamaño hasta mosaicos llenos de colores y detalles, cada obra abre una pregunta en esta muestra que eligio llamara casi como un manifiesto Mi cuerpo es de todos. Mi corazón solo mío. Se nota la mano experta e inteligente de la curadora Ana Gallardo que hace que la muestra potencie las obras que exhibe en su particular modo en que cada una es expuesta. Obras que hablan entre sí sin cotradecirse y que arman un círculo armonioso.El jueves 21 se presentará un ciclo de tres performance que afirman y complementan el sentido de la obra de Pecci.
Se trata Cuerpos en Disputa. Ciclo de Performance, identidad y cuerpo. Tres artistas, tres performance, dos fechas.
El 21 a las 7 de la tarde se podrá ver Relaciones privadas de Cecilia Gerson, una obra sobre la hipertextualidad del momento donde se ocupa de los modos de producción discursivos de la identidad y revisita la performance “Relaciones Públicas” que podrá ser vista al mismo tiempo en internet. La seguirá la performance de Effy. Su obra Effy ofrece sexo oral es una performance interactiva donde intervienen testimonios verídicos sobre el tema de la violencia sexual y se ponen en cuestión las representaciones de la sexualidad.
Finalmente, Josefina Labourt por intermedio de un dispositivo simple, una suerte de tecnología inversa, revelará una realidad distorsionada que espera dar cuenta de la naturaleza oculta de los cuerpos.
Las performances repiten el 28 a las 7 cuando también será el cierre de la muestra corazón que hoy se exhibe en Quimera y que habla de nuestros cuerpos pensándolos sólo como parte del género humano, el único genero del que cada cuerpo puede dar fe.
Ilustran la nota obras de Fátima Pecci