Desnudo femenino con las piernas abiertas
Lo primero que hay que saber de Egon Schiele es que murió a los 28 años. Esa vida breve -en realidad, los diez años de su carrera artística activa- le alcanzó para convertirse en uno de los dibujantes más extraordinarios del siglo XX. Casi un siglo después, un centenar de dibujos, gouaches, acuarelas y fotografías del expresionista austríaco se exhibirán desde el martes próximo en el Museo Guggenheim Bilbao, en la muestra Egon Schiele. Obras del Albertina Museum, Viena.
En la obra de Schiele (1890-1918) -más de 2.500 trabajos sobre papel y 330 pinturas sobre madera y sobre tela- hay dos rasgos inconfundibles: la angustia de sus autorretratos atormentados y los cuerpos retorcidos y deformados de sus pinturas eróticas y sus desnudos explícitos, que rompen con los cánones de belleza de la época.
Autorretrato con chaleco amarillo
La muestra recorre, según el curador Klaus Albrecht Schröder -director del Albertina Museum- la evolución del artista desde su primera producción durante su formación en la Academia de Bellas Artes Viena, pasando por obras en las que la influencia de Gustav Klimt y el modernismo están más presentes, hasta trabajos de sus últimos años de ruptura con el naturalismo, con un radical tratamiento del color y sus desnudos.
Autorretrato tirando el párpado hacia abajo
Schiele se pintó a sí mismo obsesivamente, hasta el cansancio. Se conservan más de 150 de sus autorretratos. Pero otra de sus obsesiones fue pintar niños y niñas desnudos, un hábito que le costó acusaciones de abuso sexual y una estadía de un mes en la cárcel y la indignación de la conservadora sociedad vienesa.
Artista genial que escapa a la facilidad de las etiquetas y el encasillamiento, 95 años después de su muerte sigue teniendo legiones de seguidores. Aquí, en la Argentina, no son pocos los artistas en cuya obra su tortuosa huella es evidente.
https://youtu.be/l_HHySYaXf8