El proyecto artístico que representa a la Argentina en el Pabellón que nuestro país tiene en la Bienal de arte de Venecia, causó durante los últimos días un revuelo internacional. Todo comenzó con una nota que dio la artista que representa a nuestro país en la Bienal –Nicola Costantino– a la BBC inglesa. Este medio la entrevistó gracias a que ella y el curador del envío argentino, Fernando Farina, escribieron a mano –con fibra y en forma de graffiti–, en la quinta sala del pabellón argentino en Italia, llamada “Espacio informativo institucional”: “El curador y la artista consideran este espacio innecesario y que puede confundir la interpretación de la obra”. Debajo del texto seguían las firmas de la artista y del curador.
“Costantino y Farina se enfurecieron por la decisión del gobierno (argentino) y escribieron en la pared de la sala oficialista un texto“, escribió el periodista de la BBC Mundo Manuel Toledo, desde Venecia. Costantino dijo que “personalmente por la presidenta argentina para transmitir el mensaje de que Evita sigue viva”.
“El curador y yo consideramos que es algo muy tendencioso”, dijo Costantino a la BBC. “Ha sido un gran error del gobierno y ha caído muy mal. Mi intención es deconstruir esa imagen política y dogmática de Evita. Yo quiero presentarla desde un punto de vista más emotivo, íntimo y femenino”.
Ayer, recién llegada a nuestro país en viaje de vuelta desde Venecia, Costantino realizó declaraciones sobre este tema a Clarín: “Cuando me propusieron hacer un proyecto de arte para Venecia, me pidieron que hiciera una quinta instalación para este quinto espacio, en la que mostrara que ‘Evita vive y está entre nosotros’. Yo creé un proyecto en el que establecía un paralelo entre los funerales de Evita y las manifestaciones actuales; y lo rechazaron porque no era losuficientemente nacional y popular ”, dijo la artista.
“Me dijeron que eso no era lo que me habían pedido. También me comentaron que ellos iban a hacer algo; pero nunca me lo mostraron. El día anterior a la inauguración de la Bienal, llegaron unas personas de Cancillería y pusieron los videos. Uno era un documental sobre la vida de Eva, un segundo video era sobre su muerte; y el tercero era sobre su “resurrección”.
Y éste era, directamente, sobre La Cámpora. En este videoaparecen Evita, Cristina y Kirchner”, cuenta la artista. Y agrega: “Muchos pensaron que yo estuve de acuerdo con esto, pero no fue así. Críticos de arte y curadores internacionales que pasaron por el pabellón me dijeron que estos videos afectaban mi obra. Fue muy mal visto. Me dijeron que era una publicidad del gobierno, aunque ellos dijeran que no. Por ejemplo, Hans Herzog –el curador de la fundación internacional Daros, sede Latinomérica– me dijo: ‘Nicola, yo no te voy a mentir. Esto te ha hecho muchísimo daño.
Tu obra habría podido ser candidateada para el premio pero este pabellón no se puede premiar.
Es una lástima’. Personalmente, creo que la obra es mucho más potente sola, sin esa quinta sala”, dice Costantino.
Por su parte, Magdalena Faillace, la embajadora a cargo de la presentación argentina en Venecia, habló también con Clarín.
Coincidió con la artista cuando contó que “Nicola propuso otro tipo de video que no nos parecía que fuera adecuado, entonces se hicieron otros. Fue una decisión del Estado Nacional”. Pero no coincidió en nada más: “La artista tuvo una conducta durante la videoconferencia y otra después: debería haber hablado conmigo. No tiene códigos. Yo sí, por eso no voy a hablar”.
Fuente: Sociedad, Diario Clarín (la nota no tiene firma)