En plena crisis económica del capitalismo europeo y en una acción que podría llamarse performance, intervención urbana o instalación en progreso, tres artistas australianos se instalaron completamente desnudos, sin alimentos, y sin ninguna clase de objetos en un baldío junto a la galería Platoon Kunsthalle, en las afueras de Berlín, con la intención de pasar allí diez días ininterrumpidos y testear la generosidad de la gente. Desde una ciudad como Buenos Aires, donde familias enteras viven sin nada en la calle durante años sin ninguna intención artística, el proyecto “Deliverance: Art Stripped Bare” (Liberación: el arte completamente desnudo), de Penny Harpham, Kat Henry y William McBride puede parecer irritante, pero la intención de los tres artistas es llamar la atención sobre el individualismo y el consumismo desmedidos de la época. Sin establecer ninguna condición, los artistas convocaron a los berlineses a presenciar su acción e interactuar con ellos como les pareciera. No pidieron nada, sólo esperaron en el descampado de 30 metros cuadrados la respuesta del público . “Deliverance…” está lejos de cualquier exhibicionismo: desde el primer minuto que estuvieron desnudos en el lugar, los performers se taparon los genitales y los pechos como pudieron con las manos. Un rato después la gente ya les había llevado algunos objetos, que usaron para cubrirse. Y minutos más tarde empezaron a vestirse con ropa que el público les fue alcanzando. Ya pasaron nueve días desde que se instalaron allí con el apoyo de la galería, el 5 de agosto, y mañana terminarán su performance de 240 horas rodeados de alimentos, ropa, muebles, libros, una carpa, adornos de todo tipo, juguetes y bicicletas. Contentos y quizá con unos kilos menos.
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