Martín Castillo Morales, el fotógrafo que se hizo porteño x amor (o algo así)

(2) Irene - de la serie DISE•O INTERIOR, Ccs 2009

Irene, de la serie Diseño interior, 2009

Es un hombre simpático. En los círculos de la noche, aunque no sepan su nombre lo reconocen con una sencilla descripción sobre su actitud y su look. «Es delgado, usa sombreros y le gusta andar sin camisa». Es famoso por sus experimentos con los cuerpos, especialmente de mujeres. No por cómo los manipula sino por cómo decide elegirlos y mirarlos. El último trabajo lo realizó a larga distancia. Aquí lo representa Pabellón 4, dirigida x Nestor Zonana. Fotografió mujeres que casteó en la red a través de su webcam. El resultado consistió en una serie de fotografías de chicas en sus cuartos, posando bajo las directivas enviadas x skype por Morales, ganándose una confianza tan sólida como anónima.

Así se presenta para Jaque:»Además de ser fotógrafo soy papá de Olivia; mi vida prácticamente se divide (y une) entre estas dos actividades.

De la serie Nevena, 2012

Nací en la antigua ‘República de Venezuela’ en 1976 y luego de rodar por varias ciudades dentro y fuera del país me instale en Buenos Aires en el año 2007, lugar a donde estaba viniendo con relativa frecuencia porque tenía una novia argentina-venezolana, razón (lo de las novias) que siempre me hizo mover por ahí, tanto geográfica como fotográficamente.

(1) #1 - de la serie RUTINAS, Ccs 2005 (coautora M. A. Rodr°guez)

No.1 de la serie Rutinas, 2005

Cosiendo una camisa, de la serie Mantenimiento, 2010

Me interesé en la fotografía luego de una charla que el fotógrafo Nelson Garrido dio en la Escuela de Comunicación Social de la Universidad de los Andes (Venezuela) en 1996, pero no fue hasta 1998 -en medio de un no-se-qué-hacer-con-mi-vida- cuando me mudé a Caracas a trabajar como su asistente y aprendiz, que empecé a tomarla seriamente como un oficio, porque como un medio de expresión personal tardé en asimilarla.

Marianela, de la serie Webcam, 2010

De la serie La moda somos nosotros, 2010

Desde 1999 hasta 2001 estudié en la escuela de fotografía EFTI de Madrid. En 2004, cuando regresé a Venezuela, retomé el trabajo con Nelson, no solo como su asistente, sino también como ‘empleado’ de la ONG (Organización Nelson Garrido), escuela de fotografía y centro de agitación cultural que había creado un año antes, donde hice unos cuantos talleres también. La formación con Garrido, el año que viví en Francia con mi ex novia Capucine a quien fotografié compulsivamente,

Nan Goldin y la serie Rutinas que hice junto a María Antonia Rodríguez, creo que le dieron forma a ese híbrido entre documental/ficción y toma directa/puesta en escena que caracteriza a varias de mi series».

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