A esta altura probablemente la mayoría de los que lleguen a este texto ya sabrán que el creador del pop latino y del no recuerdo qué criollo -perdón López- intervino el siempre denostado lobo de mar de la playa Bristol de Mar del Plata colocándole un salvavidas en forma de pato alrededor del cuello.
López presentó un boceto de su intervención en su muro de FB y lo que se veía resultaba bastante más interesante de lo que luego concretó. No le llego a pescar la intención. No me causó gracia, ni me horrorizó, ni se me ocurrió hacer un movimiento para que no le pague quien se lo encargó que, como mínimo, debería haber consensuado la obra. Lopez dice que regala el pato de plástico a Mar del Plata. Eso sí es un chiste. Medio cínico quizá. Dijo el artista sobre su trabajo: “A mí como artista me interesa la cultura popular y la obviedad discursiva, es como un homenaje al lobo, en diálogo amistoso con el pato inflable”.
Lo que se me ocurre pensar es que ante un evento internacional, este tipo de trabajos deberían licitarse. Permitir que cualquier artista se presente y que un jurado calificado y con su propio gusto tendencia y legitimidad elija. Según lo que se lee en las redes, la obra no gusta nada. Sí produce indignación. Creo que es mucho más de lo que López imaginaba. Lo traicionó la lectura de los signos o yo estoy un poco sensible y paranoica: un pato amarillo -Lopez podría haber usado uno verde o magenta, no es el realismo lo que le preocupa. Y además un salvavidas, esa cosa que salva a un ahogado. Hmmm. me parece insensible y de mal gusto. Creo que se entiende.
Pero en fin, Marcos ha ofrecido a este mundo muchas obras alegres, inteligentes, agudas y vendibles, gracias a Dios, por lo cual tiene como un crédito para alguna vez no ser tan brillante.
Pero más allá de él, lo que querría proponer es el asunto de la licitación. Me parece justo.
Y es solo un pato. Calma.
Día 0 – Intervención Marcos López from Mar del Plata Film Festival on Vimeo.