Decirle «chica» a una mujer que está por cumplir los 50 es un atrevimiento y no es de muy buen gusto andar develando la edad de las mujeres. Pero Tracey Emin no la oculta y además va a ser siempre una chica y una chica terrible, aunque llegue a los 100 años, con su sonrisa torcida y sus ojos medio entrecerrados y su actitud entre pendenciera y desinteresada.
Aquí, Tracey Emin
Nació en Londres en 1963 y pertenece a la generación de los llamados Young Bristish Artists apadrinados por el galerista Charles Saatchi. Tracey aplicó a todos los soportes, casi gana el Turner y en 1999 presentó en la Tate Modern la que iba a convertirse en su instalación más famosa y también más controvertida. Tanto que hasta horrorizó a la misma reina, pero quizá no se necesite mucho para contar con su horror pero sí para que lo haga público. Y eso fue lo que sucedió. La instalación tan mentada fue My bed (Mi cama), que consistía precisamente en una cama que aludía a la de Tracey, con sábanas desordenadas con manchas indefinibles, papel higiénico a los costados, condones, libros, revistas y múltiples objetos. Todo lo que necesita la cama de una mujer marchosa o una chica terrible.
Still de How it feels
Ahora llega al MALBA a inaugurar una serie de exposiciónes de artistas contemporáneos que tendrán luagar en la sala 3. Alli se exhibirán cinco de sus videos, otro de los formatos donde tuvo mucho éxito.
Tracey Emin / How It Feels se llama la exposición y es la primera de la célebre artista británica en América Latina. Los videos a presentarse abarcan el período 1995-2000, el más prolífico en este formato de la Emin: Why I Never Became a Dancer (Por qué nunca llegué a ser bailarina), 1995; How It Feels (Lo que se siente), 1996; Homage to Edvard Munch and All My Dead Children (Homenaje a Edvard Munch y a todos mis hijos muertos), 1998; Riding for a Fall, (Tentando a la suerte), 1998; y Love is a Strange Thing (El amor es una cosa extraña), 2000.