Así se presenta Dominique Hoffer: «Nací en Ginebra, Suiza, en 1951. Primero me dediqué a la aviación, como piloto. Trabajé como tal durante cinco años en Sudáfrica. Desde 1988, pintar se convirtió en mi modo de vida y en mi única actividad.
Mi pintura es surrealista. Me gusta soñar y ofrecer mis sueños a los demás.
No tengo palabras… ¿Qué decir?
Pintar es mi vida. Lápices, pinceles, acrílico, telas y sueños, sueños fantásticos que lucho por desparramar en una superficie de dos dimensiones».