Inspirado e inspirador, estos dos adjetivos que contienen la misma raíz -un modo pasivo y otro activo- se cruzan y unen en la obra de Gyula Kosice, que esta semana es noticia por dos motivos diferentes.
En primer lugar, hace dos días se exhibió por primera vez en el espacio de la Colección Fortabat su escultura de acero, Júbilo. Esta novedad y esta alegría tienen que ver con la reestructuración del guión curatorial de la colección que cobija el bello edificio de concreto y vidrio -muchos vidrios que miran al agua, casi como un homenaje casual y silencioso a quien hizo de ella uno de sus instrumentos de trabajo-, un espacio de belleza armónica, ubicado justo frente al Yatch Club de Puerto Madero y que está dando que hablar con esta nueva mirada sobre la colección que convoca y con la impresionante muestra que abre en él una novedad, las exposiciones temporales: la primera -también inaugurada este miércoles- dedicada a Raúl Soldi.
1er. premio-Espina
La otra noticia que tiene otra vez a Kosice como protagonista es la inauguración de la 2a. Bienal que lleva su apellido y que abre el 6 de septiembre en el Planetario, con obras inspiradas en el trabajo de quien hizo no sólo del agua sino también de la luz su pincel y su trazo.
El evento -aquí esta palabra manoseada adquiere su significado original de suceso único y extraordinario- es producido por el Espacio Objeto A, creado por el clan famliar Outon, creadores ellos a su vez de esta bienal y de este homenaje productivo y generador de nueva obra, que vampiriza y se nutre de la obra de Kosice. Ya la primera primera edición, que tuvo lugar en 2010 en el edificio de Obras Sanitarias de la avenida Córdoba, en Buenos Aires, marcó no sólo una línea de trabajo sino también una promesa: que habría más y que también habría mejor.
2° Premio-Bali
De este modo, con la promesa abierta cumplida, se llega a esta segunda edición que tiene como jurados-curadores a Graciela Taquini, Rodrigo Alonso y a Objeto A, todos unidos por la visión optimista, jubilosa y literalmente enérgica de Kosice, quien hizo posible la gestación de obras maravillosos -estoy con ganas de poner adjetivos bastardeados y recupararlos- sí, obras que maravillan, fascinan y finalmente inspiran para a su vez volver a hacer mover la cadena de la creación.
Una de las menciones-Burguener
Todos los aspirantes a los premios de la bienal visitaron el museo Kosice y el Planetario para empaparse en las consignas que hicieron posible su participación. La convocatoria fue tumultuosa y en este tumulto quedaron los ganadores que trabajaron bajo la estética y conceptos de la obra-proyecto-manifiesto Ciudad Hidroespacial.
Damian Paul Espina se lleva el 1er premio por su instalación sonora Hidrófono espacial de electrones; el 2°. premio es para Margarita Bali por su instalación Homo ludens intergaláctico. Se otorgaron siete menciones y hay también un premio homenaje al artista Joaquín Fargas. Todo un evento en el Galileo Galilei, él mismo una obra arquitectónica que emula una nave y que da la bienvenida a este otro evento que garantiza una mirada clavada en el presente, uniendo concretamente el arte con las nuevas tecnologías y con la ciencia, con la aspiración de imaginar otro mundo más libre, gozoso y lúdico.
Eso es puro Kosice, eso es puro futuro.
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Animación 3D realizada por Pablo Carbajo y Juan Cristóbal Barcesat