El hiperrealismo es una tendencia del arte contemporáneo que, en boga desde hace algunos años, lleva al límite la vieja consigna de que el arte debe imitar a la vida, un límite que bordea el asombro, sí, pero también la insignificancia, el absurdo.
Algo tiene cierto hiperrealismo que de pronto surge la impresión de banalidad y de sinsentido al respecto del arte mismo. La mímesis y la imitatio llevadas al reverso de su propósito: la vitalidad inerte de una representación ficticia.
Y, con todo, como en cualquier trompe-l’œil, el hiperrealismo sorprende. Por ejemplo, como con estos animales marinos que cualquier pensaría que se trata de pequeños especímenes nadando en tazones y otros objetos cotidianos. Solo que no es así. En realidad son recreaciones hechas de resina y pintura, detalladas a un grado tal que parecen, por un lado, pescados y pulpos y tortugas reales y, por otro, fotografías de estos animales.Las piezas son obra de Keng Lye, artista residente en Singapur que tituló la serie, con cierta ironía, Alive Without Breath, Vivos sin respirar.
Fuente: Pijamasurf.com