Por Fabián Muggeri*
En el repaso que demanda la difícil tarea de “elegir” una obra me di cuenta que las obras de FGT volvían una y otra vez a mi memoria. Su obra tiene el equilibrio exacto de belleza, poesía, contundencia y simpleza que me seducen de un artista. Tuve el placer de conocerla aún más cuando diseñé el catálogo de Somewhere/Nowhere. Algún lugar/Ningún lugar, curada por Sonia Becce, tanto en la versión argentina y Mexicana, recorrer sus piezas y profundizar en ellas fue un trabajo super placentero.
Félix necesita del espectador para que la obra exista, se produzca y cobre sentido. Desde llevarse una hoja en blanco, caminar por la ciudad y ver una gigantografía, atravesar una cortida dorada o comer un caramelo; plantea una complicidad con el espectador que me parece encantadora.
Es también vital su obra dentro del colectivo LGBT, nos toca muy de cerca, ya que desde los elementos que utiliza o desde la importancia que se manifiesta en muchas de sus obras sobre la relación con Ross, su novio, quien muere un par de años antes que él, también víctima de Sida. En 1995, durante una entrevista, Felix dijo: «Cuando la gente me pregunta, ¿quién es tu público?, yo respondo inmediatamente: mi público era Ross. El resto de las personas sólo se aproximan a mi obra»
La pieza que elegí es Untitled (Perfect Lovers), dos relojes uno al lado del otro, sincronizados a un mismo tiempo pero que en algún momento van a modificar su ritmo, esos relojes son Félix y Ross, somos Juan y yo, Vicky y Alfredo, Paula y Bárbara… son todos los que se aman y deciden que sus corazones latan al mismo ritmo por un determinado tiempo de su vida. Muchos días felices. Es una celebración de la experiencia amorosa, de ese momento de plenitud en el que dos “somos uno”, inmersos en una dimensión casi telepática. FGT tuvo un corto paso por la tierra, la contundencia de su obra es infinita.
Fotografía de portada Untitled (Perfect Lovers) (1987-1990)
*Fabián Muggeri es diseñador y creador del proyecto Muchos días felices.
