Artistas

El grito de Munch: pintura para todos

Written by Cristina Civale

Bueno, no exactamente. Sólo para aquellos que durante los próximos seis meses puedan llegarse al Museum of Modern Art (MoMA) en NYC. Bajo estrictas e increíbles medidas de seguridad, en una de las áreas más seguras del museo, tras un vidrio, desde ayer se exhibe -por primera vez en décadas fuera de Noruega- una de las versiones de El grito del noruego Edvard Munch, la misma que se subastó en Sotheby’s el pasado mayo marcando para entonces un récord: el de la obra más cara vendida en una subasta. Esta versión de El grito se exhibe en el quinto piso del MoMA junto a otras dos pinturas del artista más una serie de sus litografías.

La versión -de las cuatro que realizó Munch sobre esta pintura- cotizó en casi 120 millones de dólares y fue pintada en 1895. Es la única que cuenta con el poema que inspiró la pintura y también la única cuyo marco está pintado por el propio artista.

El grito, junto a a Mona Lisa de Leonardo, está considerada una de las obras más conocidas de la historia del arte mundial.

El grito, ahora exhibido en el MoMA 

Las otras tres versiones de la pintura que refleja eso que ves, un estado de desesperación extrema, bocetado en un grito que no suena, se encuentran en Noruega. El hecho de que esta versión se exhiba fuera del país de origen del artista es todo un acontecimiento.

Todos conocemos El grito, pero cuántos los vimos en realidad. Ahora la posibilidad de acercarnos a la pintura -AFIP mediante- es bastante menos remota que en otro momento. El secretismo sobre la obra fue tal que en la propia subasta de mayo solo se exhibió una foto de la misma. El grito, considerada la obra que representa la desesperación del hombre moderno, es de las obras más mencionadas y reconocidos pero de las menos vistas fuera de su país de origen.


El milagro de su actual exhibición en New York se debe a la generosidad de su nuevo dueño, que la cedió al museo hasta mayo de 2013.

About the author

Cristina Civale