Por Juan Batalla desde Mendoza para Jaque al arte
El sábado 16 de marzo al mediodía abrió la muestra Elogio de la sombra de Jacques Bedel en Killka, Espacio Salentein. Para quienes aún no conocen este lugar, Killka se planta en el Valle de Uco, Mendoza, ahí donde las bodegas dan los vinos más increíbles. Killka es una bodega que aloja un sala de exposiciones de arte contemporáneo. La arquitectura del kunsthallle y la bodega tienen una monumentalidad necesaria para encarar un proyecto como este en una tierra que, de no ser regada, permanecería completamente yerma.
A la inauguración asistieron sobre todo invitados de la ciudad de Mendoza y hasta algunos porteños, pero en los siguientes meses será visitada por un público conformado mayormente por turistas extranjeros que transitan entusiasmados la «ruta del vino».
La expo de Bedel (1947) está formada por una serie de impresiones fotográficas sobre plásticos transparentes que, al ser iluminados oblicuamente, proyectan sombras sobre la pared. Es la evolución de un tipo de trabajo que se presentó formalmente en su muestra de fines del 2008 en el Museo de Bellas Artes.
Desde entonces Bedel – que ya lo venía haciendo a través de la pintura- acecha paisajes desiertos e inconmensurables, tales como el de este mismo valle en que Elogio de la sombra tiene lugar. También trata con ciudades, aunque las vemos en una suerte de futuro radioactivo. Acercadas desde el mar o escondidas bajo las nubes algodonosas. El tratamiento del color, la apelación a nocturnos, trasmiten desolación y grandeza. Las obras – no aptas para agorafóbicos- abren en todas direcciones.
Bedel es arquitecto y formó parte del Grupo CAYC, que está pronto a ser homenajeado con una necesaria mirada retrospectiva en la Fundación OSDE. Desde sus comienzos lleva a cabo una obra que explora lo sublime, situándonos de cara a aquello que está más allá de lo inmediato, aunque sin prescindir de la ironía y de materiales contradictoriamente pobres para insinuar una épica propia de un relato de Arthur C. Clarke.
La muestra, curada por Sara García Uriburu, mereció un abarcativo catálogo – tan infrecuente en estos días- y permanecerá abierta hasta el 26 de mayo de 2013.