Arbus en el Central Park en pleno trabajo
Ya hace un mes que se puede apreciar la muestra Diane Arbus: Guggenheim Grants, 1963-1967 en la exclusiva galería KMR Arts de Washington.
Una serie de fotografías vintage realizadas cuando Arbus hizo un giro en su modo de observar el mundo, fue el momento en que cambió el tipo de cámara, dejando la de de 35 mm por el formato 6 x 6 a la vez que incluyó en la impresión los contornos oscuros alrededor del negativo y esta elección impregnó a sus obras de un verdad brutal, extrañamente digna, conmovedoramente directa.
Superstar at home
En este período de becas del Guggenheim, la fotógrafa que no puede dejar indiferente practicamente a nadie que mire sus fotografías,realizó la mayoría de esos retratos de los personajes a los que ella misma llamó «freaks», una palabra cuya traducción al español es prácticamente imposible: ni raros ni monstruos alcanza.
Triplets in bedrooms
Según Arbus en la excelente biografía escrita por Patricia Bosworth «Freaks ha sido lo que más he fotografiado. Fue una de las primeras cosas que fotografié y ha sido terriblemente motivador para mí. Simplemente solía adorarlos. Aún adoro a algunos de ellos. Con esto no quiero decir que sean mis mejores amigos, ellos me han hecho sentir una mezcla de vergüenza, temor y asombro.
Child with a Toy Hand Grenade in Central Park, NYC
Existe una especie de leyenda acerca de los freaks. Como esa persona que en un cuento de hadas te detiene y te exige que resuelvas un acertijo. La mayoría de la gente se pasa su vida temiendo pasar por una experiencia traumática. Los Freaks nacieron con sus traumas. Ellos ya han pasado su prueba. Son aristócratas.”
Puerto Rican woman with beauty mark
Efectivamente, sus freaks son intensos, provocativos, hermosos, intimidantes y sobre todo, inolvidables.
Identical twins
Las poderosas fotografías de Arbus influyeron en la conciencia de la culura contemporánea: cine, música, literatura, fotografía y pintura: cada expresión fue tocada por la fuerza de sus imágenes. Su obra tiene vigencia aún a casi 50 años de haber sido creadas y trasciende su leyenda, quizá Arbus fue su primera freak, muerta por su propio mano -quizá- por el irremediable estupor o vacío de que lo monstruoso es parte de lo humano y lo va a ser para siempre.