El MALBA presentó ayer, domingo 20, La democracia del símbolo, primera obra site-specific de Leandro Erlich (Buenos Aires, 1973) en nuestro país, que toma al Obelisco porteño –ícono de la Ciudad de Buenos Aires- como eje central de un proyecto de arte público monumental. La nueva obra en la explanada coincide con el aniversario número 14 que cumple el museo.
A través de su intervención artística, Leandro Erlich brinda la posibilidad de visitar su interior y descubrir su vista aérea por primera vez desde su fundación en 1936.
«Me interesa generar proyectos en los que el arte escape a las fronteras de los centros convencionales de exhibición y se imbrique en el orden de lo cotidiano”, explica Erlich. “Me interesa el arte como una herramienta de integración, de acción, de vinculación. La relación de las ciudades con los monumentos y con lo que significa visitarlos, porque no solo lo hacen los turistas; tiene que ver con la apropiación, con el orgullo, con la pertenencia. Y el Obelisco en Argentina es un monumento que nunca ha sido pensado para ser visitado», agrega.
La democracia del símbolo es una iniciativa artística y social única, resultado de la articulación entre el artista y su estudio, MALBA, el Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires y la empresa Fate, la mayor productora de neumáticos del país.
La obra consta de dos partes. Por un lado, en el emplazamiento del Obelisco, el artista interviene directamente el monumento, haciendo desaparecer su ápice, que reaparece en la explanada de MALBA con una reproducción a escala real. De esta manera, el público podrá ingresar a la cúspide, con entrada libre y gratuita, y disfrutar de las cuatro vistas aéreas del monumento central en el imaginario argentino.
El Obelisco fue construido en 1936 por el arquitecto modernista Alberto Prebisch. Desde entonces es punto de reunión, celebraciones y manifestaciones populares. Ha sido también inspiración de innumerables proyectos artísticos de fotógrafos pioneros como Grete Stern y Horacio Coppola –quien registró su construcción en un film–, Marta Minujín y Leandro Katz, entre muchos otros.
Su interior allá en lo alto siempre despertó la curiosidad de todos y este proyecto brinda por primera vez la posibilidad de democratizar su acceso, transformándolo en un monumento público, abierto a todos.
Fuente: MALBA