Por Martin Volman
Esta semana cerró una notable muestra de Claudio Larrea (Buenos Aires, 1963), la originalísima Arquitectura peronista en el Museo Evita. Esta serie pertenece a un trabajo de investigación realizado conjuntamente con Gabriel Miremont (curador del Museo Evita) que abarca toda la obra arquitetónica de las dos presidencias del General Perón.
La muestra que cerró este domigo se presentó dividida en tres partes. la primera se conforma por imágenes de Buenos Aires: galería Santa Fe, detalles del Museo de Ciencias Naturales y los míticos bares porteños, “El Progreso” y “Café Británico”. Este segmento forma parte de un proyecto in progress llamado El Amante de Buenos Aires.
La segunda revela a Evita por distintas partes del tejido urbano de Buenos Aires: en un cartel de víctimas de tránsito junto al Ministerio de Desarrollo Social, como propaganda urbana junto a una propaganda de McDonald’s y como líder de campaña política. Evita está en todos lados.
La tercera es La Artuitectura Peronista, este es el master plan, allí se proyectaron 120 imágenes pasando por el desarrollo de la arquitectura generada durante la primer y segunda presidencia de Perón: 1946 a 1955. Se ha elegido como soporte un carrusel de diapositivas para poder mostrar en profundidad la cantidad de edificios registrados En esta proyección esta acompaña de una banda sonora (tangos y valses criollos de la época interpretados Nelly Omar, Alberto Casitllo, Libertad Lamarque y orquestas como la de De Caro, Pichuco y D`Arienzo). Así se pueden ver distintas partes de la CGT, el Teatro San Martín, el barrio peronista Cornelio Saavedra y se énfasizó en algunos de los pilares del peronismo: el deporte, la educación y los niños, mostrando la Republica de los Niños y la Fundación Eva Perón.
Banco de Tornquist,Buenos Aires, 2013
Fue (y sigue siendo) este año importante para Larrea porque su obra comenzó a ser difundida en el circuito comercial. Participó en la galería Elsi del Rio de una muestra conjunta con Nestor Crovetto y Javier Mazzeo y mostró obra en Buenos Aires Photo.
Larrea cuenta que empezó a hacer fotografía hace unos 25 años, trabajando en paralelo a su labor como periodista y director de arte. Vivió cerca de diez años en Barcelona, luego de la crisis de 2001 y regresó a Argentina en 2010. En conversación con jaquealrte.com, comentó que fue retratando la arquitectura de cada lugar al que viajaba o vivía. Entre sus trabajos se cuentan sus series sobre Berlín, Barcelona, New York y La Habana.
La mirada de Larrea es la de un flâneur, pero no cualquier flâneur , sino la de uno que documenta y entremezcla lo cotidiano con lo arquitectónico, lo habitual con los espacios que se habitan. Al fin y al cabo, podría pensarse que son los espacios y la arquitectura los que definen en gran medida a la vida de cada ciudad. Quizá. Es la ciudad y la vida urbana lo que aparece en todos sus trabajos. En sus imágenes se conjuga “lo urbano” junto a una mirada nostalgica e irónica y de la vida cotidiana.
Bar el progreso (Barracas) 2012
Actualmente está trabajando en una serie llamada “El amante de Buenos Aires”, (lo comenzo hace 2 años) donde aparecen distintos edificios de la ciudad, como Consejo deliberante, Banco Provincia, y un especial de lobbies, jugando con la forma, los colores y blanco y negro indistintamente, el volumen y las textura. El fotógrafo cuenta que es allí donde trata de reflejar su amor por la ciudad, pero a la vez una suerte de revisión de lo que no se dio. Larra cuenta que existió un proyecto de ciudad en la generacion del 80´ que pautó una Buenos Aires cosmopolita y que con los años 2o terminóde conformarse. Dice que era una ciudad con artesanos y arquitectos que trataron con empeño de hacer un proyecto armonioso que luego en los 70 y 80 comenzó a descuartizarce. «Autopistas, demoliciones y arquitecturas feas, comenzaron a estropear lo bello de esta ciudad», remata.
«La ciudad que quiso ser y no pudo -o no supo- afirma Larrea aparece en su registro. La que es y la que pudo haber sido. Una ciudad que es y cada vez ambas cosas. «Cada gobierno siguiente borró -explica- y eliminó el proyecto anterior». A diferencia de otros fotógrafos que retratan directamente lo que podría ser el “eso fue” barthesiano, Larrea pareciera registrar lo que está a punto de perderse. Para Robert Frank, gran influencia confesa de su obra, el blanco y negro son “los colores de la fotografía”. Esta forma de hacer fotografía es casi una constante en sus imágenes, lo que le permite resaltar su mirada nostálgica de la ciudad. Otro de sus grandes refentes es Hocacio Coppola, el fotografo que -según cuenta- supo registrar esa Buenos Aires de los años 20 que estaba gestándose y se convirtió en un proyecto fallido.
“Lo que más me inspira de Buenos Aires es su contradicción, lo que queda de nobleza en su construcción. Al fotografiarla siento una música interior que me estimula a caminarla o a recorrerla en bicicleta”, cuenta Larrea.
En Claudio Larrea el instante siempre es pasado, por eso su fotografia es y será melancolia.