Eduardo Longoni no recuerda cuántas fotos tomó en su vida. «¿Miles, quizá millones?,» se pregunta. Hace 38 años que trabaja como fotógrafo documentalista.
Planeta acaba de editar su último libro: Imágenes apuntadas, los relatos de un fotógrafo.
Un título feliz que enlaza 27 fotografías, sólo 27 de ese pelotón realizado a lo largo de los años, con 27 textos escritos por él. Detallados apuntes que narran lo que sucedió alrededor de la toma, a veces su antes, a veces su después, pero siempre se palpita la emoción y la sensibilidad del artista detrás de cada palabra. Imagen y texto arman aquí un plano y contraplano desde donde Longoni consigue narrar su mundo privado retratando la vida pública, la de su generación, la de quienes nacieron alrededor de los 60 y llegaron a la adolescencia y a los primeros trabajos en plena dictadura militar, votaron por primera vez en 1983 y crecieron entre los vaivenes del menemismo, el que se vayan todos hasta hoy, ahora, mientras se aprecian sus fotografías y se leen sus textos.
Marcha por la vida, Buenos Aires, 1982
Tumbas de la guerra, Islas Malvinas, 2007
Este sábado 29 de abril conversará con el periodista Carlos Polimeni y la editora Adriana Fernández en la presentación de su libro en la Feria. Será a las 16 en la sala Victoria Ocampo.
Nos cuenta a modo de adelanto de esa conversación: «Cada vez más pienso que trabajo sobre algunas de las obsesiones de mi adolescencia. Cuando tenía 15 o 16 años militaba en política. Iba transcurriendo la década del 70. Y cuando volvía de las reuniones o de las marchas, me quedaba charlando con mi abuela Manuela, a quién está dedicado este libro. Ella era una andaluza de Jaén. Por esos años se había vuelto muy creyente y leía la Biblia casi de manera continua. Entonces yo me sentaba a su lado y ella me leía en voz alta. De esa mezcla de militancia en la izquierda y la lectura de la Biblia salieron muchas de mis obsesiones. Fotografiar la realidad política y social de mi país, pero también adentrarme en el mundo de la fe y los creyentes. Esos son mis temas y creo que vuelvo a ellos en cada foto que tomo».
PH de portada: Desaparecidos en democracia, Buenos Aires 1989