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Ai Weiwei ya en Buenos Aires

Written by jaquealarte

 Ai Weiwei, el notable artista chino, ya llegó a Buenos Aires. Tuvo una demora de 3 horas en Ezeiza por inconvenientes con sus papeles. Finalmente, el malentendido se solucionó. Esta es la primera visita del artista al país y la exposición que planea realizar en Fundación Proa será la primera de Ai en América Latina.

El mismo día de su llegada, recorrió  Fundación Proa para ultimar los detalles de su exposición. La muestra podrá verse a partir del 18 de noviembre y cuenta con la curaduría del brasileño Marcelo Dantas, con quien Adriana Rosenberg -directora de Proa- comenzó a conversar hace alrededor de dos años a propósito de la idea de exponer una retrospectiva del artista chino. Durante este viaje de tres días en Buenos Aires están previstas visitas al Parque de la Memoria, la Usina del Arte y  MUNTREF Sede Hotel de inmigrantes.

Desde 2011 hasta 2015 tuvo prohibido salir de su país por sus denuncias contra el gobierno.

La  protesta del artista chino Ai Weiwei empezó a hacerse mundialmente conocida cuando denunció al mundo desde su blog que el derrumbe de unas escuelas -no es poca cosa- podría haberse evitado si las autoridades hubiesen realizado correctamente los estudios previos para su construcción. Le cerraron el blog pero no pudieron cerrarle la boca.

Lo metieron preso llevándoselo desde el aeropuerto en el que se encontraba para viajar  a Taipei para presentar una de sus exposiciones. Lo molieron a golpes y le produjeron un derrame cerebral. Lo dejaron en la cárcel durante casi tres meses, sin causa, sin abogado, sin razones. Nunca se supo dónde lo encarcelaron. Más tarde alegaron una cuestión fiscal y la persecusión fiscal aún continúa. Ya era famoso, ya era rico.  Había diseñado el Estadio Olímpico de Beijing, había presentado una instalación de 8 millones de semillas de girasol hechas de porcelana en la Sala de las Turbinas de la Tate Modern de Londres, había estudiado cine con los directores más famosos de la llamada quinta generación. A los 53 años se encontraba en la cúspide de su carrera. Nada más que su buena conciencia lo llevó a convertirse en portavoz de las injusticias de su país.

La periodista Alyson Klayman, de 28 años, directora del documental, estaba en el lugar y en el momento correctos. Se encontraba en China escribiendo notas de diversa índole para medios de EE.UU. Unos colegas le pidieron que videara el trabajo de Ai Weiwei y así empezó la historia de esta película,  Never sorry, un documental que habla de la obra de Weiwei pero también de su compromiso: una cosa hoy lo lleva a la otra.

 

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