So Yoon Lym (artista radicado en New Yersey) se pasó años observando y fotografíando cabelleras y los modelos de trenza que encontraba en diferentes personas. Esta observaciones se convirtieron, con el tiempo, según dice el artista en «pinturas con una demensión espiritual».
Lym cree que estas pinturas representan una suerte de conexión, una línea de vida que conecta generaciones de personas que practicaron los mismos rituales.
«El pintor y quien crea la trenza -explica- deja su marca como su predecesor lo hizo anteriormente, tallando e inscribiendo, creando y, siendo -a su vez-, el iniciador de un legado».
En otras series, el artista se ocupa de los legados del amor a través de cartas y marcas en el cuerpo, siempre en la búsqueda de las conexiones intergeneracionales, como si hubiese un modo inevitable de hacer surgir la historia familiar o comunitaria con las marcas que elegimos para distinguirnos: las letras, los tatuajes y hasta los peinados.
Fuente: Hifructose.com, new contemporary art magazine