Los finales de los 80 y los mediados de los 90 estuvieron marcados por su impronta genial en espacios de vanguardia como Bolivia, El Dorado, Caniche, Morocco. El siglo XXI no lo envolvió en la felicidad de ese pasado glorioso que armó y que su generación vive y recuerda con agradecimiento. Luego de unos años injustamente oscuros, hoy vuelve De Loof con una muestra a la altura de su sensibilidad única, en los retratos de sus amigos, mentores, colegas, aliados. Una muestra conmovedora porque el genio está de vuelta, con la contribución de su amigo Horacio Dabbah que financió la muestra que hoy puede verse en la galería Foster Catena, quizá la última muestra de este espacio también de vanguardia, nos sentimos felices de volver a ver al genio en su salsa. Esto es lo que ha hecho y que promete seguir haciendo, luego de años difíciles e injustamente tristes. Vuelve la felicidad de la mano de Sergio y jaquealarte se suma a la alegría de su regreso y de su sutil talento. Gracias, De Loof. Esperamos más. Welcomeback!!!!!