El concepto de una Bienal Antártica fue propuesto por el artista, marinero y filósofo ruso Alexander Ponomarev en 2011. Desde entonces, Ponomarev llevó adelante numerosas expediciones hacia la Antártida a la vez que organizó diferentes eventos artísticos en el continente de hielo.
Este año por primera vez se llevará adelante la Bienal a través de la expedición a bordo de un barco que sorteará las aguas del continente antártico cargado de artistas que desarrollarán sus experiencias a bordo. Los resultados serán presentados por primera vez en Buenos Aires el 29 de marzo en el Faena Arts Center de Buenos Aires.
Joaquín Fargas preparando Glaciator
La Bienal toma el espacio de hielo como un territorio liberado, sin banderas, desde el que se puede no sólo navegar por sus aguas sino también realizar proyecciones hacia el océano y hacia el espacio. Con espíritu interdisciplinario, el barco insignia espera convertirse en un territorio generador de arte e ideas, un lugar para el diálogo entre artistas, investigadores y pensadores.
Aunque el barco en que se lleva adelante la Bienal parte el 17 de marzo desde Usuahia y ancla a finales de mes, la Bienal es tomada como un evento en permanente progresión, produciendo en todo momento espacios para la cooperación y la creación de sentido.
Proyecto Aerocene de Tomás Saraceno. PH: Studio Tomás Saraceno ©
Dos artistas argentinos son parte de esta experiencia novedosa: Joaquín Fargas y Tomás Saraceno. Este último ampliará los horizontes de su proyecto in progress Aerocene, en tanto que Fargas presentará su proyecto Glaciator, una instalación compuesta por robots solares que ayudan a compactar la nieve que se convierte en hielo y luego se adhiera a los glaciales. Dado que el derretimiento de los glaciales es uno de las más alarmantes situaciones que vive la Tierra a causa del calentamiento global, Glaciator se presenta como un proyecto que espera combatir la desaparición de los glaciales.
La Bienal en preparación