Buenos Aires. Dos palabras. Una muestra. Doscientos años. Proa se lanza a una audaz exhibición donde desde distintos soportes y recorriendo el abanico que va desde su fundación hasta nuestros días, pone en contexto y al alcance del visitante cómo a través de los años fue percibida la ciudad.
Juan Travnik HSBC, 2005 Copia C, 60 x 120 cm Col. del artista
La exhibición toma el concepto de fragmento como vivencia de la ciudad, el cambio permanente, el infinito caos y se organiza en un ir y venir en el tiempo, concentrada en el trabajo de diversos artistas que realizaron su obra con la experiencia de Buenos Aires.
Oscar Bony Democracia, Serie Suicidios, 1997 Fotografía blanco y negro sobre papel y vidrio baleado, 100 x 130 x 4 cm Colección Carola Bony
A lo largo de las diferentes salas expositivas, Buenos Aires traza un itinerario en donde dialogan diferentes tiempos y soportes. Las representaciones coloniales de una Buenos Aires que todavía no era considerada ciudad se enfrentan a las imágenes del presente.
Gian Paolo Minelli Villa 20, 10/12/2008 Lanba Print. 100 x 125 cm Col. del artista
Luego, la caracterización que engendra el proceso modernizador de la década del 30, cuyo símbolo más emblemático es la construcción del Obelisco y las continúas modificaciones sobre la Plaza de la República.
Anónimo Visita de la infanta Isabel en el Centenario, 1910 Revista Caras y Caretas, Buenos Aires Col. Museo de la Ciudad, Buenos Aires
También, en una “instalación sonora”, los imaginarios urbanos que la literatura ha creado sobre Buenos Aires, en el presente y en el pasado; y una proyección que reflexiona sobre la relación entre espacio urbano y dispositivo cinematográfico. A su vez, los planes arquitectónicos de una posible ciudad futura y las diferentes intervenciones urbanas que a lo largo del tiempo buscaron poner en jaque la idea de espacio público.
Buenos Aires, la muestra es una idea de Fundación Proa y cuenta con la curaduría de Cecilia Rabossi, la coordinación de Cinthia Mezza y la consultoría de Facundo de Zuviría, Paolo Bessagio y Martín Seijó.