El artista argentino Pablo Mazza acaba de inaugura su muestra Falsa identidad en el Espacio de Arte Eseade. En esta oportunidad, el artista conocido por sus trabajos como director de arte en el mundo publicitario y por sus primeros trabajos como pintor, tensiona las posibilidades que le ofrece el mundo digital. De este modo, toma de la web fotografías de personas desconocidas para intervenirlas de tal modo que la imagen primaria se convierte en un fondo desvanecido desde donde surge aparentemente otra imagen que ahora domina todo el cuadro. Mazza, nacido cuando Los Beatles publicaron el álbum blanco, como le gusta presentarse, transita esta etapa como punto de partida para su nuevo proyecto, todavía un misterio: «artfiche».
Así explican los curadores de la muestra, Carla Boscatto y Deborah Reda el sentido de la obra expuesta en Falsa identidad y sus procedimientos: «La obra de arte se vuelve apertura de verdad, como simulacro y espejo de la realidad que abre a la reflexión de una situación cotidiana. El artista cuenta escenas que suceden a diario, de desencuentros, desamores y soledades.
Muestra en sus explosiones digitales las consecuencias de promover una orgía de artificios, de oropeles, de apariencias, que en lugar de acercarnos, nos vacían de contenido y nos aíslan. La sobreexposición de imágenes e información a la que estamos sometidos, nos ha dejado mudos, incapaces de mostrar una cuota verídica de nuestras vidas e intimidades.
Una corriente continua de imágenes concebidas para manipular al consumidor ha terminado por generar una sociedad que ya no es capaz de distinguir entre la realidad y la ficción, se desdibujan los límites entre verdad y mentira, entre lo real y lo falso. Ya no somos los espectadores que se identificaban con las hazañas de los actores y los superhéroes. Como personajes inventados, superficiales, con libretos falsos y pintorescos, nos hemos convertido en los protagonistas de la superproducción que hemos montado».
Durante julio en Uriarte 2472, Ciudad de Buenos Aires.