Por Clarisa Ercolano
Julia Converti, gerente de la feria de arte porteña arteBA, recibe a jaquealarte.com.ar en su oficina de Barrio Norte. Emponchada con un chaleco y una pañoleta, se resguarda del frío impiadoso que se filtra por el ventanal frente al cual trabaja a diario y ruega por la llegada del momento en que la caldera del edificio volverá a encenderse. Pide un termo de café fuerte, dos tazas made in Yakoi Kusama y hace un espacio en su escritorio cubierto de carpetas, libros, agendas y objetos.
arteBA 2016 tendrá lugar entre el 19 y el 22 de mayo en el predio de La Rural en Buenos Aires. Este año cumple un cuarto de siglo.
“Vi la gesta de artBA primero como público, esto se montó como un sueño en un contexto totalmente diferente al de ahora, fui de público visitante pero ya después estoy hace 15 años, me tocó estar con distintos presidentes, distintos conceptos y es la segunda vez que tengo una mirada retrospectiva, primero fue a los 20 y ahora a los 25 años”, describe para resumir su llegada y desarrollo dentro de la feria.
“Viví muchos cambios, imagínate. Ahora planteamos un festejo de 25 años de la escena porque la escena realmente cambió, vamos a tener programación en toda la semana, actividades en museos y galerías. Cuando uno recorre es muy importante todo lo que sucedió en este tiempo”, evoca casi nostálgica.
En un país de entrañas siempre revueltas, Converti admite que es un desafío “sostener algo 25 años”. Ingresó a arteBA luego de las crisis de diciembre de 2001, cuando el recuerdo del corralito, los saqueos y la represión estaban aún frescos. “Habían pasado tres meses del 2001 y fue toda una decisión mantenerlo o no al evento, y fue una edición histórica, de mucho resguardo cultural, de mucha energía y fue exitosa en cuanto al público y la repercusión”, recuerda.
El escenario ahora es más grande, eso hace más complejo el trabajo, “la feria ahora es un punto de encuentro de los que forman parte de sistema del arte, todos los años creció, año a año”, subraya.
Jaque quiso saber cuáles fueron esos cambios en la escena y Converti enumeró: “Abrió el Malba, abrió Proa, reinauguró el museo de Arte Moderno, surgió el programa de la Di Tella, surgieron museos en el interior, muchas nuevas galerías, si uno mira desde 1991 en relación a ahora, ves los actores y la escena que ni existían en ese momento, hay un cambio bestial”.
Reconoce que hubo una estabilidad en arteBA que no hubo tal vez en el país y lo explica señalando que “la cultura es un lugar muy especial para la sociedad y lo interesante es habernos sostenido 25 años sin ser solo una plataforma económica, porque después de Base y de Arco tenemos el tercer lugar en cuanto a ferias a nivel mundial, esto es un evento cultural más allá de una feria y eso nos interesa. Esta feria está hecha por una ONG. Pasamos de 20 mil a cien mil visitantes con el correr de los años”.
El objetivo es crecer, elevar la calidad de la feria y la vara está cada vez más alta: “Es algo que empezó como local, paso a ser oferta latinoamericana y luego ya internacional y hoy más del 50 por ciento de las galerías que participan son extranjeras porque la idea es poner a Argentina en un contexto más grande e internacional”.
“Con el paso de los años se sumó una nueva generación, trabajamos en sumar nuevos actores, nuevas generaciones, un nuevo coleccionismo y un nuevo público y creo que se ha logrado. Hay una movida de arte accesible, la gente se está acercando de otra manera”, subraya.
“A este momento del arte lo defino como de crecimiento, hay un momento importante que es por lo que se ha venido trabajando, tenemos una escena súper poderosa que ahora tiene más visibilidad, se ha logrado mucho”
Para la edición número 25 de artBA se suman nuevas propuestas enumeradas por Converti: “Tenemos Dixit que recorre con una propuesta curatorial los últimos 25 años de arte argentino e invitamos a tres curadores jóvenes para disparar preguntas, renovar, dar visibilidad, poner en juego nuevas figuras”.
“Tenemos varios programas, uno de museos internacionales que busca estimular que colecciones internacionales adquieran obra argentina, también traemos curadores para darles a conocer lo local, son puertas de publicidad”.
“Vamos a lanzar una publicación semestral bilingüe que va a documentar la escena, una selección obviamente realizada por un consejo editorial, enfocada en la difusión. Estamos en una etapa donde la visibilidad del arte argentino generará un impacto”:
“Este año se inaugura con muchos números récord y eso es interesante. Formalizamos actividades para coleccionistas, artistas y curadores y vamos a elaborar un programa más federal con el ministerio de Cultura de la Nación, se apoyó por ejemplo la clínica de Alejandro Ikonicoff en ese marco”.
“Hay toda una parte de actividades y de auditorio con entrada libre y gratuita con conferencias charlas y un film festival. Victoria Noorthoorn coordina un ciclo de charlas, algo que nos parece un lujo. Isla de ediciones en la parte editorial coordina talleres y workshops y esta Dixit con actividades de literatura teatro y cine”.
Converti está feliz, ansiosa, expectante casi como la primera vez cuando entró a los pabellones de la mano de su madre: “Para mí siempre es una experiencia pero creo que esta es una más fuerte aún porque la gente va a tener que volver si o si, no va a alcanzar con una sola visita”.
Habrá que verlo para creerlo.
