Una persona pedaleando en una bicicleta estática activa el desarrollo de una lámpara con forma de carpa de circo. Miramos a través de la mirilla de una pared y encontramos reflejado nuestro propio ojo. Son algunas de las cosas que pueden apreciarse en la exhibición A Smile for You (Una sonrisa para ti) del artista danés Jeppe Hein. Y no es casual ya que forma parte de un proyecto puesto en marcha por Jeppe Hein, la Bonniers Konsthall de Estocolomo-donde actualmente se exhibe- y la Fundación Wanås Art en el que se invita al público a responder a cuestiones tales como qué es la felicidad y cómo huele, cómo sabe y te hace sentir. Una selección de las mejores contestaciones se presentará en futuras exposiciones de los centros mencionados y formará parte de una publicación de König Verlag.
Las instalaciones y esculturas del artista danés Jeppe Hein nos proponen juegos sensoriales e invitan al espectador a tomar frente a ellos una actitud activa que vaya más allá de la contemplación y que nos permita descubrir que, tras piezas tan familiares como un espejo, podemos encontrar (cual fiel reflejo de la vida misma) lo más inesperado.
La producción de Hein se basa en un enfoque anti-jerárquico y humilde de los objetos y en una mirada abierta y desacralizada de la historia del arte occidental y oriental. El artista combina referencias al minimalismo y el empleo de materiales y espacios industriales con referencias a la meditación, al yoga y al budismo zen y para esta muestra en el Bonniers Konsthall de Estocolmo (abierta hasta el 28 de julio), ha diseñado obras específicas que impiden al espectador quedarse de brazos cruzados.
Además de tener que lanzar bolas suspendidas en el techo sobre distintos cuencos que al golpearse en sucesión crean un llamativo paisaje sonoro, los visitantes asistirán a todo un desnudo intelectual por parte de Hein, que durante una fase de depresión llevó a cabo distintas acuarelas que, unidas y dispuestas cronológicamente, conforman un diario visual que nos conduce desde su inicial estado de profunda tristeza a sus primeros signos de recuperación.
Según el planteamiento del artista, esta exhibición de su vulnerabilidad interior trastoca por completo la experiencia de visitar la muestra, del mismo modo que la enfermedad supuso un punto de inflexión en su carrera.