Por M. S. Dansey, especial para Jaque al arte
Hace cinco años que Carlos Alonso no mostraba en Buenos Aires. A su ya conocido autoexilio en Unquillo, Córdoba, le sumó otro que quizá podría atribuirse a una posición estético-política: decidió dejar de participar del circuito de arte porteño que se cerraba sobre la cuestión “contemporánea”, dejando relegados a los artistas “clásicos”.
El maestro se negó a cada propuesta que le llegaba a su refugio en las sierras pero accedió a la invitación de Roxana Olivieri, directora de la galería RO, con quien tiene una relación constante y fructífera.
Así es, durante sus primeros años, la galería RO trabajó exclusivamente con Alonso. Editó varios libros y realizó la primera catalogación de su obra. Ahora, que cumple diez años de trayectoria, los festeja con esta muestra Aniversario, que reúne unas cincuenta obras en pequeño formato, históricas y recientes que, si bien no subvierten su inconfundible narrativa, vienen a confirmar el talento y el compromiso emotivo del artista nacido en Mendoza.
Quizás el valor de esta muestra como tal es ese clima de espacio íntimo que se percibe en todo su recorrido, como si uno se metiera en el taller y se encontrara con sus ejercicios cotidianos, entre otros más antiguos.
Alonso, gran ilustrador, célebre por sus estudios del cuerpo humano y la representación de personalidades históricas, reales y literarias, se luce con retratos de Paloma Herrera, Guillermo Roux, José Clemente Orozco y los personajes de Luigi Pirandello.
También se ven una serie de desnudos y otra donde satiriza al “milico” argentino como arquetipo del tirano de todas las épocas; pero, sobre todo, llaman la atención sus propios autorretratos que derivan de técnica en técnica –acuarela, acrílico, carbonilla, marcador- como si quisiera afirmar lo trivial de todo medio para captar eso otro que se manifiesta en su mirada, curiosa y severa, la mirada de si mismo ante el espejo.
Casi sin proponérselo, o al menos, lejos de toda pose, Alonso expresa los misterios de la existencia y la representación en un presente perfecto que reúne a la vez su historia individual, la colectiva y la universal. No es poco.
En Paraná 1158, Ro Galería de Arte, hasta enero 2013.